En el largo y vasto territorio entre el sur del balneario de
Tongoy y el norte de la ciudad de Los Vilos, la Carretera 5 Norte serpentea, alejándose y acercándose al mar, mientras atraviesa un territorio árido y que, a ratos, parece
despoblado. Pero, en esas costas y en esas tierras, se desarrolla desde hace
cientos de años, una actividad que revela la infatigable lucha del hombre
contra el medio natural adverso, en escondidas caletas marinas y en llanuras
que verdean y florecen después de las escasas lluvias. Es lo que se conoce como
el secano costero de la Provincia del Limarí.
Caleta El Toro. |
Estos fueron los territorios del pueblo precolombino conocido como Changos. También se les llama camanchacos, dado que la zona se caracteriza por la presencia de la niebla originada en el mar que penetra a través de los valles y quebradas, llamada camanchaca. Los changos eran un pueblo de pescadores y mariscadores, que hacían balsas de cuero de lobo de mar, cuya sangre usaban asimismo para cubrir su cuerpo, protegiéndose así del sol y el agua salada del mar.
Desembocadura del río Limarí. |
Junto a un paisaje de belleza singular, la desembocadura del río Limarí, cuenta a ambos lados con la imponente presencia de cerros de la cordillera de la costa, en cuyas alturas se encuentra el Parque Nacional de Fray Jorge, declarado Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO.
En el encuentro de las aguas, florece la vida en un humedal, que cuenta con numerosas especies de aves, peces y flora de gran riqueza ecológica.
Humedal en al desembocadura del río Limarí. |
Cercanías cuesta El Teniente - La Cebada. |